A la cabeza le cuesta despedirse.
O al corazón?
No! Es la piel!
Escupo al subconsciente, y se burla.
No alcanzó la valentía
para un adiós que no fue.
Cuánto tiempo mas tiene que pasar?!
Solo pude darte tiempo,
solo supe darte días.
Y sigo dedicándote inútiles dias,
cuatro y cientos de días después.
Basta de distraerme, de confundirme
arrastrada serpiente.
Subir al faro,
a evocar los ojos del águila.
"Los buenos amigos son como faros
en tierras desconocidas" me dijeron.
Ahí también encontrar la altura que despierta.
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